Ninguna persona involucrada en una relación debería sentir que, para hacer viable esa relación, necesita renunciar a una parte esencial de si mismo/a.
May Sarton
Estar en pareja es la mejor escuela de autoconocimiento que puedas encontrar
Cuando abordamos una terapia Gestalt para parejas en Platja d’Aro y Girona con mirada sistémica, uno de los principales y más valiosos “darnos cuenta” que tienen lugar es que la persona que tengo delante de mí es cómo es y no cómo me gustaría que fuera.
Partimos de la base que la relación en pareja no es un hecho estático e inalterable si no un proceso dinámico.
Te suena la frase de “Es que ya no eres el/la de antes, yo no me enamoré de la persona que ahora tengo delante”.
La vida está viva y crecemos emocionalmente a cada situación vivida, pretender que no evolucionemos es una pretensión ilógica.
Si en algún momento has llegado a sentir que ”La cosa no funciona” y ya has intentado todo lo que está en tus manos, la terapia de pareja es un buen recurso para ver qué está sucediendo.
La finalidad de una terapia de pareja es, encontrar junto con un profesional y la mirada de todas la partes, poder dar lugar a la actualización de cómo me veo a mi mismo, como veo al otro y como nos relacionamos entre nosotros.
Dando lugar a una buena teoría es que, en una relación se trataría de desear espontáneamente la felicidad del otro y no únicamente la de uno mismo.
El amor en pareja necesita de un orden. Para poder amar primero he de colocarme en el lugar que me corresponde y no en otro. En ocasiones, el no haber podido colocarnos en el lugar correspondiente y arrastrar situaciones vividas del pasado (padres ausentes, madres no disponibles, hijos exageradamente complacientes que a su vez hacen de padres…) nos nublan la mirada y permanentemente estamos proyectando nuestras necesidades en el otro.
La pareja no es un encuentro materno filial o paterno filial, es una relación de dos adultos.
Para poder trabajar en los aspectos relacionales en nuestra terapia de la pareja en Platja d’Aro y Girona, enfocamos el trabajo desde deferentes perspectivas:
Aceptar al otro y convivir en equilibrio
Al igual que es importante trabajar aquellos mecanismos y patrones individuales para llegar a tener un buen equilibrio en la pareja, todo esto no será suficiente si no encuentro la forma de gestionar todo aquello que me molesta y no tolero de la otra persona.
Tomar responsabilidad / Autorresponsabilización
Se trata de tomar consciencia de como contribuyo en la problemática que se esté generando y la responsabilización de trabajar las dinámicas que se despliegan en la relación.
Yo siento y opino distinto a ti
Es bueno recordar que no hay una verdad única. Delante de una situación idéntica podemos tener distintas opiniones, distintas vivencias y diferentes formas de sentir. En el momento que negamos la experiencia que tiene la otra persona, nos estamos colocando en el lugar de tener la única verdad. Las dos experiencias tienen que ser atendidas y solo así se llegará a un acuerdo en común.
Aceptar mi biografía y la del otro
Cuando soy consciente que la otra persona tiene formas de pensar, sentir y actuar distintas a mí, estoy entendiendo que también ha tenido vivencias diferentes y historias biográficas distintas a lo largo de su vida, y todo ello ha conformado una forma única de estar y sentirse en el mundo
Comunicación sana, desde el amor
En la mayoría de las situaciones, la forma en que nos comunicamos es la primera causa que bloquea los procesos comunicativos dentro de las relaciones entre las personas. Estos patrones de comunicación será de las primeras cosas que revisaremos.
La pareja, una escuela de autoconocimiento
Cuando nos encontramos en un proceso terapéutico de pareja tenemos la oportunidad de hacer un trabajo de autoconocimiento y desarrollo que de otra manera no sería posible.
Cuanto mayor sea la implicación de ambos miembros de la pareja en su propio trabajo más posibilidades tendrán de poder resolver las distintas situaciones que les trae a terapia.
La voluntad de cambio
Una de las posibilidades que se pueden dar en el proceso terapéutico de pareja es que una de las dos personas considere que el problema es el o de la otra parte y no esté en disposición de querer revisarse, en ese caso el proceso terapéutico de pareja, inevitablemente quedará sin fuerza y se verá bloqueado. En ocasiones, una propuesta de trabajo individual centrado en la pareja creará nuevos puentes para desbloquear el problema.
La separación, una posibilidad
Una vez se ha puesto en consideración los distintos aspectos distorsionantes de la relación y la crisis no puede ser vista y atendida, la resolución del conflicto puede pasar por la separación.
En estos casos la terapia de pareja aporta, teniendo en cuenta la especial importancia que toma este aspecto en el momento que hay hijos, una oportunidad a la pareja para poder cerrar una etapa de la forma más sana posible.